Saturday, November 10, 2007

DON GIOVANNI: ENTRE LA SUPERFICIALIDAD Y LA PROFUNDIDAD DEL SER HUMANO SEDUCTOR


Después del éxito de «Le Roi d’Ys», obra de Edouard Lalo muy poco vista, el Teatro del Capitole de Toulouse nos trae una producción de 2005 de «Don Giovanni» de Mozart.
Esta obra, de una riqueza y sutileza sorprendentes, que alterna momentos de gran intensidad dramática con otros de una comicidad hilarante y provocativa (ya Mozart la había definido como Dramma giocoso) que evolucionan hacia un final que toca casi lo metafísico, tendría que encontrar la horma de su zapato en la puesta en escena de Brigitte Jaques-Wajeman, mujer de Teatro de renombre internacional.
Pero la realidad es algo insípida y la obra queda flotando entre una línea «clásica» y otra «contemporánea»: el decorado y figurines de Emmanuel Peduzzi quedan igualmente en esta ambigüedad – entre el barroco y el moderno pasando por varias épocas, que podían dar una intemporalidad universal pero que no nos pareció verdaderamente lograda.
Maravillosa la escenografía en el Acto II, con los árboles desraizados suspendidos en el aire con una pasarela metálica atravesando toda la escena a media altura; o el cementerio minimalista que aparece y desaparece en la niebla – pero el héroe disoluto punito que da su nombre a esta ópera, vestido como un pirata en cuero negro y camisa abierta, nos deja un poco confusos con el estereotipo de «macho latino» que nos parece bastante lejos del espíritu complejo del personaje mozartiano.
Sin embargo las luces de Jean Kalman son mágicas y de una gran belleza.
La distribución es esplendida: Ildebrando D’Arcangelo es Don Giovanni, un perfecto Don Juan, que no solo le da la voz pero también la belleza del seductor; Gudjon Oskarsson es un magnifico e imponente Commendatore con una profundidad vocal que nos hace creer de verdad en la voz del «más allá»; Donna Anna nos llega por la dramática voz de la bella soprano georgiana Tamar Iveri que encuentra su equilibrio vocal (pero no tanto teatral) en su partenaire finlandés Topi Lehtipuu como Don Ottavio; Barbara Haveman es una creíble y generosa Donna Elvira dividida por la tortura de un amor apasionado y la voluntad de justa venganza; David Bizic es un extraordinario y convincente Leporello con igual nobleza que su amo; y la pareja Zerlina y Masetto desempeñada por unos estupendos Valentina Kutzarova y Paul Gay, éste último que sin embargo nos pareció más convincente como Roi d’Ys.
Si vocalmente la obra se encuentra muy bien defendida, teatralmente se esperaba quizás un poco más de profundidad en el trabajo de dirección de actores, sobretodo en ésta obra específica. Pero musicalmente Günter Neuhold dirige irreprochablemente una orquesta nacional del Capitole de gran calidad, así como a igual título Patrick Marie Aubert dirige los miembros del coro del Capitole que participan en ésta producción.
Y si la dirección de escena no acaba de convencernos, ¿qué podemos decir frente a una obra musical de ésta envergadura? Mozart y su genio valen siempre la pena, y «Don Giovanni» siempre será una obra maestra que escuchamos con infinito placer.

Théâtre du Capitole - Toulouse, France
9, 13, 16, 20 & 23/11/2007 – 20h ;
11, 18 & 25/11/2007 – 15h.
http://www.theatre-du-capitole.org/
Crédito fotográfico: Patrice Nin